Otras actividades


Cuando verdaderamente uno está adaptado al medio, siente la necesidad de utilizar los recursos de los que dispone, en su integridad, nada sobra ni falta, es cierto que hay que prever las necesidades para que así sea. Esta aptitud nos hace mas racionales y libres de la ansiedad que produce el consumo disfrutando al mismo tiempo de la libertad que sientes cuando te imbricas con la naturaleza.
Estas son algunas de las actividades que practico cada año como consecuencia de lo anteriormente descrito.

Jabón casero.


Es costumbre en esta casa aprovechar el aceite utilizado en la cocina para hacer jabón, evitando así tirarlo como normalmente se hace, no contamino y consumo menos productos industriales. El aceite usado se pone en garrafas de 5 l. reutilizando las de agua, cuando hay una completa hacemos una tanda de jabón de la manera siguiente:


Disolvemos 1Kg. de sosa en escamas en 5 l de agua removiendo el contenido mientras se va vertiendo, previamente nos hemos puesto unos guantes de látex y gafas de seguridad evitando así quemaduras en caso de salpicaduras y derrames, es aconsejable también tener al lado un cubo de agua para enjuagarse en estos casos, el agua aumentará de temperatura con la reacción, verter lentamente el aceite mientras ajitamos el contenido con una tabla estrecha a la que hemos recortado a modo de paleta con mango largo para su comodidad y no pararemos de hacerlo hasta el final, ponemos unos 50 cc. de esencia, a gusto, así evitaremos el desagradable olor del jabón casero, poco a poco observaremos que va ligando, es decir, va reaccionando y esposándose, el punto es difícil explicarle pero se observa que la mezcla que tenemos es considerablemente diferente a su inicio y sobre todo ver que en el fondo no hay lejía, subproducto muy cáustico, todo el contenido debe ser homogeneo. Cuando así sea se ha producido la saponización dándolo por terminado vertiéndolo con sumo cuidado sobre el molde que teníamos preparado antes de empezar.

El PH de este producto suele ser básico, superior a  7, que podremos midificar con la adicción de un ácido como el acético, para ello hemos de hacer pruebas e ir tanteando las cantidades. En caso que queramos colorearlo utilizaremos colorantes especificos que existen el mercado y una vez mas las cantidades han  pe probarse según grado de coloración.

Cuando no disponemos de moldes individuales, puede utilizarse una caja de madera a la que habremos forrado previamente con papel para evitar el desmoldeo, que no se pegue, la caja ha de estar bien nivelada, pasado un día o más, se tantea su dureza para que cuando sea posible se dé media vuelta para retirarlo de la caja, se quita el papel y se corta en pastillas individuales con un cuchillo o una alambre además de algo de habilidad. Elte manejo y su recojida ha de hacerse con guantes de látex, pues puede quemar los restos de sosa que han podido quedar.



Conserva de productos de la huerta




Otra de las actividades cotidianas de esta casa es la conservación de distintos productos de la temporada veraniega de la huerta, es el caso de los tomates del que hacemos cuatro formas diferentes de conservación, a saber, tomate frito envasado, al natural , en mermelada y secos.

Secado de tomates


Escaldado con agua azucarada.
Secándose despues de un día.
Cuando el calor aprieta y los días son largos, aprovechamos para secar los tomates de pera recojidos en la huerta. Empezamos como siempre seleccionando muy bien el fruto, los damos un labado y secamos, los partimos en dos mitades en sentido lonjitudinal escaldandolos con agua azucarada que ayudará a la eliminación del agua, heho esto se extienden en un secadero artesanal que previamente hemos preparado partiendo de un bastidor de madera y dispuesta una mosquitera en la parte superior y otra en la inferior que evitará que se posen las moscas por la parte de abajo, para que no lo hagan en la parte de arriba ponemos otro cajón también con mosquitera en solo una parte con la que taparemos los tomates puestos en la parte superior del cajón inferior. Se colocan cuando el sol empieza a calentar y se retiran a última hora de la tarde para que no se rehidraten con la humedad ambiental de la noche, en 3 o 4 días pueden recojerse para guardarlos en un recipiente que no sea hermetico, caja de cartón o bolsa de papel que evitará que se enmhoezcan. Terminada una tanda podemos repetirla tantas veces como la cantidad de la que disponemos o el tiempo nos permita.



Tomates secos listos para guardar.


Parte inferior del secadero sobre el que se colocan los tomates para secar, en la parte de la derecha se apolla la parte superior que eviterá que se posen las moscas y otros insectos.

La mosquitera colocada es espesa y dificulta algo el efecto del sol pero es mas aséptico.





Tomate frito.

Del tomate frito poco hay que contar que no se sepa, pero por si a alguien le viene bien explicaré como lo hacemos: Bien seleccionado el fruto se lava y se trocean, en la sartén se sofríen unos ajos, cuando el aceite está suficientemente caliente y los ajos dorados, se echan los tomates troceados y lo demás ya se sabe, tiempo y evitar que se agarre, no abusamos de frito para cuanto lo utilicemos darle una vueltas con las que se terminará de hacer, antes de darlo por terminado ponemos el azúcar a gusto y unas hojas de albahaca fresca.
Mientras el frito se hacía en otro contenedor se hervían los frascos de cristal y las tapaderas donde se van a evasar, y se les mantiene media hora hirviendo. Cuando ambas cosas están listas se llenan los frascos utilizando un embudo grueso hasta 2 cm. por debajo del máximo, se cierran y se hierven otra vez aguantando hasta 45 minutos para garantizar la máxima temperatura en la zona mas interna de la pasta, se retira el fuego y se deja enfriar lentamente.Si lo hacéis alguna vez quizá no comprareis mas tomate frito industrial, pero no escatiméis en la calidad del aceite del que tenemos la fortuna de disfrutar, siempre de oliva virgen, mejor si es extra y el colmo ya es si son pequeñas producciones que poseen cualidades organolépticas singulares y alejadas de las producciones estándar esto es lo que hace que pueda ser una delicatessen.

Tomate natural.


Cuando la producción de tomate es máxima, es el momento de plantearnos hacer la conserva de tomate
al natural, que lo haremos de la forma siguiente

Seleccionamos los tomates bien sanos, maduros y sin estar pasados, se lavan bien y se echan sobre agua   hirviendo donde se les dejará que cojan algo de temperatura, suficiente para que al sacarlos y echarlos en agua fría estalle la piel y puedan pelarse con facilidad. Mientras tanto hemos estado esterilizando los frascos de cristal y sus tapaderas en agua hirviendo durante media hora, preparamos 1,5 l de agua con una cucharada de café de sal y el zumo de un limón y lo cocemos durante unos minutos. Pelados los tomates, se ponen en los frascos ya esterilizados y se llenan hasta 2 cm. del borde, se rellenan con el liquido preparado, observando que no queden burbujas de aire entre los tomates, se deja 1,5 cm. bajo el borde y se tapan si puede ser en caliente todavía, se penen en la holla donde colocamos un paño de cocina en el fondo evitando así la rotura de algún frasco, se les cubre de agua y se ponen a calentar dejándoles hirviendo 45 minutos desde que rompe a hervir. Pasado este tiempo se dejan enfriar en el agua, se sacan y se guardan.




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