martes, 21 de agosto de 2012

Pistachos y cornicabra


Hoy he visitado una plantación próxima de pistachos. Es un momento en el que da gusto ver los árboles repletos de fruto donde antes nunca había habido cultivo alguno a pesar de ser un terreno y clima apropiado.

Sí abunda en la zona un árbol pariente cercano de éste conocido como cornicabra, es decir la pistacia terebinthus que es silvestre y no da frutos aprovechables.

Últimamente se ha fomentando la plantación de pistachos en esta zona aunque su cultivo no está encontrando mucha aceptación, tal vez porque competiría nada menos que con las olivas, tan conocidas y arraigadas en nuestra cultura. Aún así es interesante esta propuesta de nuevo cultivo y tal vez en unos años esté más implantado. Se trata de un árbol muy longevo aunque es un obstáculo el largo periodo de 5-6 años hasta su producción.






La Pistacea vera es planta dioica por lo que en las plantaciones suelen ponerse cada cierto espacio ejemplares machos que si bien no producen fruto, hacen posible la polinización de las productivas hembras.

El país de mayor producción es Irán y España es, después de Alemania, el máximo importador. El futuro parece esperanzador para aumentar la producción ya que es un cultivo con relativo buen comportamiento en tierras poco productivas.



Este ejemplar está tan cuajado que no puede con el fruto.















La cornicabra




La cornicabra toma su nombre de la forma que adquiere la deformación de los brotes afectados por los pulgones que anidan y se reproducen en su interior. En la fotografía podéis ver uno de estos ejemplos, tal como se presenta normalmente en el árbol y mas abajo, abierto con los pulgones de color amarillo en su interior, es el mismo caso de las agallas en las encinas con las avispas gallícolas.
 La cornicabra  que está perfectamente adaptada a nuestro entorno, se utiliza como patrón para injertar los pistachos.










Este fenómeno me parece una vez mas una maravilla de la evolución. Me cuestiono si serán capaces de modificar el ADN de la planta para producir su deformación, increíble.














Frutos de la cornicabra, bayas de color rojo que se van tornando mas oscuras con amplia gama de color, en ocasiones estos colores van del verde al rojo oscuro pasando por todos los matices en el mismo racimo.
Se multiplica por semillas o esquejes, yo no he conseguido aún hacerlos nacer, pero desde luego lo sigo intentando, por esqueje no he probado.












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