La poda continúa.

Este año toca aclarar el denso ramaje del salix, que obstaculiza el crecimiento de otras especies interesantes que hay a su sombra; es el caso del alcornoque que se ve al fondo.















Es una tarea que entraña riesgos de seguridad, por lo que hay que hacerlo con sumo cuidado.

Utilizo una escalera con la altura suficiente para maniobrar con cierta comodidad y arnés de seguridad. Para evitar la caída brusca, ato la rama que voy a cortar pasando la cuerda por otra rama superior y haciendo una retenida abajo.

Con la cuerda bien dispuesta, analizo previamente el movimiento que hará la rama al ser cortada.







Controlaremos la caída de la rama, evitando así que nos cause daño a nosotros y a las plantas que hay debajo.

Éste es el corte de una rama de morera, que no he podido atar más alta por la limitada longitud de la escalera.

El corte hay que sanearlo después.

En este caso he ido cortando ramas más pequeñas para evitar daños abajo.

La caída de la rama es controlada, si se ata más al centro baja equilibrada, pero no siempre es posible hacerlo.

Este es uno de los montones de los restos de la poda.