Este maravilloso aspecto tiene el huerto de un hombre que admiro por su sencillez, tesón, sensibilidad y conocimiento del medio. Conozco a muchos agricultores, pero con la pasión que tiene por su oficio, sólo a Luis.
Tiene un huerto tan estupendo, que muchas de las veces que paso cerca paro para contemplarlo y sobre todo para escuchar su sabiduría.
Estas lechugas son otro ejemplo de cultivo tradicional, pero perfecto en su alineamiento, distancias, estado del terreno, ausencia de hierbas, técnicas ecológicas y por consiguiente de un aspecto inmejorable.
Igualmente con los guisantes.
Y todo con la ayuda de este precioso burro, en el que hasta las cuerdas han sido trenzadas con las recicladas de las pacas de paja, con toda la normalidad y espontaneidad.
Es un privilegio conocer gente así.
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